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Confiando con todo tu corazón

  • Foto del escritor: Hermón
    Hermón
  • 27 abr 2020
  • 2 Min. de lectura

“Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia. Ten presente al Señor en todo lo que hagas, y él te llevará por el camino recto”. (Proverbios 3:5-6 DHH).


Una de las grandes promesas de la Biblia se encuentra en el libro de Proverbios, que vino de la escritura de Salomón, a menudo llamado "el hombre más sabio que jamás haya vivido".

Salomón entendió que existe una relación de causa y efecto entre las promesas de Dios y su cumplimiento. Sabía que con casi todas las promesas hay una condición adjunta. También sabía algo del conflicto entre lo conocido y lo desconocido, y el confiar en Dios en aquello que no puedes ver.

Hoy es difícil confiar en alguien. "Nunca confíe en nadie a menos que tenga un acuerdo por escrito", decimos, y luego, con bastante frecuencia, el acuerdo no tiene sentido. Pero el diccionario dice que confianza significa "Esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, seguridad”.

Pero, ¿qué significa realmente "confiar con todo tu corazón", como aconsejó Salomón? En los días de Salomón había dos palabras hebreas para confiar. Eran similares pero tenían significados ligeramente diferentes. La primera palabra significaba que cuando confías en alguien, tienes la confianza de huir hacia esa persona, sabiendo que es seguro.


Un matón te acosa cuando llegas a casa del trabajo o la escuela, o alguien te detiene y temes por tu seguridad, por lo que corres hacia alguien más fuerte, que sabes que te protegerá. Eso es confianza.

La segunda palabra es la imagen de un niño pequeño que está aprendiendo a caminar. Su padre extiende una mano y le dice: “Ven con papá. No te defraudaré. Te atraparé antes de que te caigas. Esta palabra es la que se usa en Proverbios 3:5-6 . Significa "confiar en alguien, apoyarse en otro". Me gusta esa imagen, y es el consejo del sabio y viejo Salomón, quien insta: "Hazlo con todo tu corazón", no importa cuán tonto pueda parecer, porque Dios nunca te dejará caer.

La forma en que Dios hace algo es asunto suyo, pero nuestra incapacidad para descansar en Él y confiar en Él a menudo nos mantiene en la pobreza del alma y espiritualmente agotados. Cuánto mejor es descansar en Él y darnos cuenta de que su comprensión va mucho más allá de la nuestra.




 
 
 

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