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CREENCIAS IV

  • Foto del escritor: Hermón
    Hermón
  • 14 ago 2019
  • 3 Min. de lectura

XV- LAS BODAS DEL CORDERO. Como interludio entre la lista de juicios que se recuentan en Apocalipsis los capítulos 17 y 18 y la descripción de la gloriosa venida de Cristo presentada en el capítulo 19, está la declaración de que las Bodas del Cordero, evento acompañado por la cena de las bodas (19:7-9). XVI- LA GRAN TRIBULACION. La gran Tribulación es el periodo de aflicción sin precedentes en la historia, el cual se predice en los pasajes citados bajo este mismo título desde el (Sal.2:5) hasta (Ap.7:14), y se describe en los capítulos 11-18 de este último libro. Su duración será de siete años y medio y afectará al pueblo de Dios que habrá regresado a Palestina, en estado de incredulidad. XVII EL BAUTISMO EN AGUA. La palabra bautizo significa introducir en el agua, sumergir. Es decir, muerte, sepultura y resurrección (Ro.6:1-4). Simbólicamente es la muerte del viejo hombre y la resurrección del nuevo hombre para andar en una nueva vida (Ef.4:22-24). El bautismo es una ordenanza (Mt.28:19). Hay que creer en el bautismo (Mr.16:16; Jn.3:5). Requisitos para el bautismo. a) Arrepentimiento (Lc.3:7-8). b) Fe. (Ro.3:24-27). c) Ser doctrinado (Mt.28:20; 2Ts.2:15). El creyente se bautiza no para que sea salvo, sino porque es salvo. XVIII SANTA CENA. Otra de las ordenanzas del Señor es la santa cena, la cual consiste del pan y del jugo de uva. Los cuales simbolizan el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y que constituye un recuerdo de su sufrimiento y muerte y una profecía de su segunda venida (Mt.26:26-29; Mr.14:22-25; Lc.22:13-20; 1Co.11:12-26). Dicho acto debe ser celebrado por los creyentes. Por creyente debe entenderse el miembro bautizado en agua y en plena comunión con la iglesia; no se debe participar de la cena del Señor indignamente (1Co.11:27-32). Para participar en la cena del Señor se requiere una preparación del corazón. El que haya hecho pecado debe arrepentirse y buscar perdón. En caso de existir enemistades u odio, rencores, disgustos, deben de reconciliarse antes. La cena del Señor debe ser una “Expresión de Armonía y amor entre los creyentes” XIX LA NATURALEZA DE EL MATRIMONIO. El matrimonio es una institución divina establecida desde la creación. Fue instituido por Dios (Gn.1:27, 2:18-24). Entre uno de los elementos del matrimonio esta explícito en la idea de ser una sola carne y también es una comunión espiritual. El elemento básico de todo matrimonio es el “amor” en una unión permanente (Mt.19:6). Dios aborrece el adulterio y la fornicación (Lv.20:1:23; Mt.5:27-28, 19:9; Ef.5:3; 1Co.6:18). Tales practicas inmorales amenazan la sociedad que Dios ha formado, por lo tanto, todo cristiano verdadero, debe de apreciar el sagrado deber del matrimonio. XX PRESENTACION DE NIÑOS. La presentación de niños al Señor no es un bautismo, sino una presentación de acción de gracias, fe y una súplica de la bendición divina. El candidato a bautismo debe arrepentirse primero de sus pecados (Hch.2:38), y creer en Jesucristo (Hch.8:37); pero como los niños no han alcanzado uso de razón; por eso es que no se bautizan, sino se presentan al Señor. Citas que prueban este acontecimiento (Mr.10:13-16; Mt.19:13-15; Dt.6:4-9). El mismo Señor fue presentado a los ocho días de nacido (Lc.2:21-40). Esto nos enseña claramente que los niños no se bautizan porque no tienen pecado; el Señor Jesús es perfecto, sin pecado (Is.53:1-10; 1P.2:22). Por eso no fue bautizado sino presentado.





 
 
 

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