Cómo estar agradecido en todo

“Y den gracias por todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” (Efesios 5:20 NTV).

Aprender a estar agradecido todos los días no es un concepto nuevo. Es una idea que Jesús enseñó y un principio que Pablo, el escritor de Efesios, trató de enseñar a los cristianos en Éfeso hace casi 2.000 años.

Pablo era un misionero cristiano que fue encarcelado por su fe. Sin embargo, en Efesios 5:20 , Pablo alentó a la iglesia a dar gracias a Dios por todas las cosas. ¿Cómo podría Pablo, de todas las personas, estar agradecido en todas las circunstancias?

La respuesta es el Espíritu Santo. Cuando le pedimos a Jesús que entre en nuestras vidas, recibimos el Espíritu Santo para que nos ayude y nos guíe. Y en el mismo aliento que Pablo nos anima a estar agradecidos en todas las cosas, dice que nos llenemos del Espíritu Santo en lugar de recurrir al vino, o cualquier otra cosa que nos traiga alegría, porque el Espíritu Santo es mucho más valioso (Efesios 5:18).

El Espíritu Santo en nosotros es lo que nos permite estar agradecidos incluso cuando las cosas no van bien, tener paz cuando la vida se siente caótica y tener esperanza cuando todo parece desesperado. Cuando no podemos pensar en nada por lo que estar agradecidos, el Espíritu Santo nos recuerda que podemos estar agradecidos por Jesús, por el perdón de los pecados, por una relación con Dios y por la promesa de la vida eterna.

Muchos días, el agradecimiento no es fácil. En este momento, la mayoría de nosotros podríamos recitar una lista de las cosas que están mal con nosotros mismos y nuestras vidas. No importa cuán mala parezca la vida, tenemos la capacidad de estar agradecidos. No tenemos que agradecerle a Dios por nuestros problemas, pero podemos agradecerle por la fortaleza que está construyendo en nosotros a través de ellos.