top of page
Buscar

Háganlo todo con amor.

Foto del escritor: HermónHermón

“Manténganse atentos y firmes en la fe; sean fuertes y valientes. Háganlo todo con amor.”

(1ª de Corintios 16:13-14 RVC)


Sí. Eso es difícil. ¡La mitad del tiempo no respondo con amor a mis hermanos! Vivir en un mundo lleno de gente infeliz, a menudo exigente, hace que todo sea muy fácil de responder de forma grosera. Responder con amor es lo último en mi mente, especialmente cuando me siento presionado. Y, sin embargo, amar a los demás es un mandamiento que se encuentra una y otra vez en la Biblia. 1 Corintios 16: 13-14 ofrece una guía simple, paso a paso, sobre cómo hacer todo con amor.


1. Manténganse atentos.

A medida que avanzas en tu día, siempre habrá algo que te presione y te lleve a lo más profundo. Entonces, ¿puedes identificar de antemano qué tipo de cosas te enojan? Podría ser tan grande como que un amigo olvide tu cumpleaños, o tal vez algo tan pequeño como descubrir que otro miembro de la familia se comió la última rebanada de pizza, que realmente, REALMENTE, quería comer en ese momento! Es posible que no necesariamente pueda evitar estas situaciones, pero si conoce su tendencia a sobreactuar, puede prepararse para responder con calma. Al elegir “mantenerse atento”, puede planificar cómo responderá y pedirle a Dios que también le ayude a tener la respuesta correcta.


2. Firmes en la fe.

Si comienza el día con su atención en Dios a través del tiempo que pasa leyendo su Biblia, no solo le dará una perspectiva más positiva, sino que también podrá “mantenerse firme en la fe” cuando las pequeñas cosas comiencen a molestarlo. Comenzar el día con Dios puede ser tan simple como 5 minutos de devoción y oración. Otra idea es memorizar 1 Corintios 16:13-14 y colocarlo en el espejo del baño o en el primer lugar al que vaya por la mañana, como recordatorio del día.


3. Sean fuertes y valientes.

He combinado estos dos porque, bueno, prácticamente van juntos. El mundo está lleno de tentaciones y obstáculos listos para derribarnos. A veces esos desafíos nos golpean de la nada. Otras veces, son predecibles. Ser fuertes y valientes en el Señor es la forma en que debemos enfrentar todas las circunstancias difíciles, y a veces personas difíciles, que se cruzan en nuestro camino todos los días. No necesitamos acobardarnos y huir. Tampoco necesitamos ser agresivos y groseros. Simplemente necesitamos estar llenos del valor y la fuerza que Dios nos da, y al hacerlo, también seremos capaces de responder con amor.


Dominar estos tres pasos no es garantía de que responderemos enamorados de todo lo que hacemos, pero definitivamente nos moverá en esa dirección. Sí, todavía están llegando esos momentos en los que no respondemos con amor, pero si mantenemos en mente esta instrucción de 1 Corintios, estaremos mejor preparados para amar a aquellos que Dios ha puesto en nuestras vidas.




8 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


Post: Blog2_Post
bottom of page