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Poder de su presencia

  • Foto del escritor: Hermón
    Hermón
  • 26 feb 2020
  • 2 Min. de lectura

“El templo se llenó del humo de la gloria y del poder de Dios, y nadie pudo entrar allí hasta que se acabaron las siete plagas traídas por los siete ángeles..” (Apocalipsis 15:8 PDT).



Todo cristiano necesita saber el poder de su presencia. Hace más que solo guiarnos, funciona en nosotros para refrescarnos y renovarnos. Cuando el Espíritu Santo viene sobre nosotros, estamos rodeados por el amor de Dios. Es como si nuestros ojos se agrandaran por las cosas de Dios y nuestros corazones se expandieran.


Busca su presencia


El poder de su presencia es poderoso. Llenará el templo y nadie podrá ingresar durante la Tribulación. Esta es una visión del poder de la presencia de Dios. Hay varias veces en la Biblia donde la presencia de Dios entró en un lugar y las personas no pudieron pararse. (Piense en los sacerdotes del templo de Salomón en 1ª de Crónicas 6 y en el aposento alto en Hechos 2). Necesitamos buscar Su presencia y poder en nuestras vidas. Esto viene a través de la llenura del Espíritu Santo.


Mantente Lleno


Efesios 5:18 nos dice que seamos llenos del Espíritu. La palabra “llenos” en griego significa estar continuamente llenos o estar constantemente llenos del Espíritu Santo.

Un antiguo evangelista dijo que necesitaba ser lleno continuamente del Espiritu "porque tenia fugas". Practicar la presencia de Dios no sucede con alguna fórmula espiritual, sucede cuando buscamos su rostro diariamente a través de su palabra y oración.


Refrescate con su presencia


Jeremías 31:25 dice: "Refrescaré a los sedientos y fortaleceré a los que estén desfallecidos". Cuando llegamos a su presencia, somos renovados, es allí donde podemos enviarle nuestras peticiones y encontramos paz a través de Él. ¡Nuestro refresco viene de Él!


Comience ahora mismo. Acuda a Dios en oración y pida ser lleno del Espíritu Santo. Dile a Dios cuán seco estás y cuánto necesitas que la fresca lluvia de su Espíritu caiga sobre ti. Arrepiéntete de cualquier pecado que deba ser confesado. Lo más importante es pedirle a Dios que reviva tu corazón y restaure tu amor por él. Hacer esto regularmente te cambiará. No pospongas más tiempo. Hazlo hoy.





 
 
 

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