UBICADOS EN LA ADORACION (5R).
- Hermón
- 23 ene 2020
- 2 Min. de lectura
A todos nos ha pasado esa repentina y no muy agradable sensación de saber que estás perdido. Hoy en día casi todos tenemos acceso a sistemas de navegación en nuestro celular para podernos ubicar. Las siguientes 5 palabras son buenos puntos de referencia que nos ayudan a ubicarnos para nunca perder la perspectiva eterna de aquello que es esencial cuando se trata de adorar a Dios. Revelación “En el principio Dios…” (Gen. 1:1). Así como la historia de la creación narrada en las Escrituras comienza con Dios, de la misma manera adorar a Dios siempre comienza con Dios mismo. Dios se ha revelado a los hombres en la persona de Cristo Jesús. “El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14). Conocer a Jesús es conocer el carácter de Dios y sus propósitos debe ser siempre nuestro primer punto de referencia al venir a adorarle. Relación Nuestro Dios no nos creó para gobernar sobre nosotros solamente por la fuerza. La Palabra es clara cuando nos muestra que Dios nos creó para vivir en comunión con Él. Su voluntad siempre ha sido estar en relación con su creación. “El pueblo que Yo he formado para Mí Proclamará Mi alabanza”, Isaías 43:21. Jesús mismo, cuando llamó a sus discípulos, antes que darles un ministerio a desempeñar en el reino, les llamó para que estuvieran con Él (Mr. 3:14-15). Cuando nos reunimos como pueblo de Dios para exaltar su gloria y proclamar su evangelio, no lo hacemos como quienes se presentan para cumplir con una serie de ritos y costumbres religiosas frías, sino en base a una relación que tenemos con Él. Redención “Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió con El mismo por medio de Cristo”, 2 Corintios 5:18 Dios nos ha creado para adorarle y estar en relación con Él, pero no podemos adorarle hasta que esta relación no se restaure. La Biblia enseña que nuestro pecado ha dañado nuestra relación con Dios. Solamente una reconciliación nos puede traer de vuelta, y esta reconciliación solo se puede dar a la manera de Dios. No hay manera de presentarnos delante de Dios para adorarle sino lo hacemos a través de nuestro Redentor y Mediador, Cristo Jesús. Respuesta En las Escrituras vemos que esta respuesta es el resultado natural de haber sido redimidos por la gracia y misericordia de nuestro Dios: “Por tanto, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es el culto racional de ustedes”, Romanos 12:1. A la luz de este versículo entendemos que toda nuestra vida es ahora una ofrenda viva de alabanza y gratitud a Dios por medio de Cristo. Reino. Así como nuestra adoración a Dios no comienza en nosotros mismos, tampoco termina en nosotros mismos. Aunque somos inmensamente bendecidos cuando adoramos a Dios, su bendición hacia nosotros no es para que se quede en nosotros: es para que seamos bendición a otros. Debemos anhelar que nuestras iglesias locales tengan la profunda convicción de que extender el reino de Dios al proclamar su evangelio de salvación es también parte importante de nuestra adoración a Dios.

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