top of page
Buscar

VELANDO POR MI HERMANO Filipenses 2:1-5

  • Foto del escritor: Hermón
    Hermón
  • 14 ago 2019
  • 2 Min. de lectura

A veces caemos en el mismo síntoma de Caín cuando Dios le pregunto sobre su hermano Abel a quien había asesinado, Caín le responde: “¿Acaso soy yo el que debe cuidar a mi hermano?”. (Génesis 4:9)

Es triste ver como entre nosotros mismos no nos cuidamos, es triste ver la indiferencia que existe muchas veces entre los hijos de Dios sobre los problemas que estos puedan estar atravesando.

¿Cuándo fue la última vez que visitaste a tu hermano que dejo de asistir a tu congregación?, ¿Cuándo fue la última vez que le preguntaste como se sentía a tu hermano o hermana en Cristo?, ¿Qué fue lo último que hiciste para tratar de ayudar a tu hermano?

A veces nos olvidamos que somos uno solo en Cristo y nos auto independizamos del cuerpo, ¿Puedes imaginarte la mano fuera del cuerpo?, ¿Tendría vida?, ¿Pudiera subsistir?, no podemos ser indiferentes entre nosotros mismos, tenemos que ayudarnos, extendernos la mano, apoyarnos, orar unos por otros, pero sobre todo amarnos como Cristo nos lo pidió.

El Apóstol Pablo les daba una recomendación a los filipenses:

Por tanto, si sienten algún estímulo en su unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás. La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús.

Hoy quiero motivarte a ayudar a tu hermano, estoy seguro que hay alguien cerca de ti que necesita de tu ayuda, quizá una palabra de consuelo, quizá una palabra de fortaleza o de fe, o quizá una ayuda materializada, todos podemos ayudar si tan solo nos disponemos a hacerlo.

Recuerda que Jesús nos mandó a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, ¿Lo estamos cumpliendo?, ¿Estamos obedeciendo esas palabras?

¡Es hora de velar por nuestros hermanos!




 
 
 

Comments


Post: Blog2_Post
bottom of page